La valoración tonal. ¿Porqué pintando me es tan difícil?
sabemos más o menos de qué se trata, del claro-oscuro, pero ¿porqué plantea tantas dicultades al aficionado cuando pinta y no cuando dibuja?.
La valoración tonal es, yo diría, junto con la percepción del color, una de las connotaciones o condiciones implícitas en nuestro sentido de la visión, es decir, que poseemos todos sin excepción, practiquemos la pintura o no.
El distinguir que esto es claro y aquello es oscuro no requiere de especial destreza visual para nadie. Todos conocemos el concepto y todos reconocemos sin problema alguno lo uno de lo otro.
luego no somos capaces de reproducir con el color? ¿Es que se requiere alguna técnica especial para hacerlo?
¿Algún truco?
Al margen de cualquier otra problemática, estoy convencido que una vez más nos encontramos ante un
problema más de actitud que de aptitud al que sin duda se suma la falta de un previo y debido aprendizaje
visual.
Pero veamos todo esto mucho más despacio para entender lo que quiero decir. Como suelo hacer en casi todos mis artículos lo primero que quiero hacer es prescindir de toda esa parafernalia que en torno al concepto de la valoración tonal se ha escrito tanto de manera tan técnica como ininteligible para el aficionado a la pintura. Conceptos como valoración tonal en clave mayor o en clave menor, escalas de gradaciones o valoraciones acromáticas son conceptos y términos bien usados pero que solo consiguen confundir al profano en la materia como todos lo hemos sido cuando decidimos aprender a pintar.
¿Qué significa el concepto de valoración tonal?
Cuando hablamos de que en un cuadro existe o no una buena valoración tonal nos estamos refiriendo a si su autor ha sabido o no utilizar los tonos claros, medios y oscuros en su justo término y en el lugar adecuado consiguiendo un correcto desarrollo del volumen en la obra, o lo que es lo mismo, ha conseguido que el espectador reconozca la tridimensionalidad de los objetos o elementos que en él se encuentra. ¡Espera!... que esto último también es demasiado técnico.Quiero decir solo algo que tú ya bien conoces. Si queremos dibujar, pongamos por ejemplo una esfera, y sólo dibujamos la línea que conforma su perímetro, más que una esfera parecerá un círculo, es decir no un objeto de tres dimensiones sino de solo dos.


«AL PUNTO» diría un chef.
Esto mismo, trasladado a un motivo pictórico es básicamente el objetivo a conseguir. Valorando los diferentes tonos que van del más claro al más oscuro debemos conseguir ese efecto de relieve (volumen) natural de cada cosa.Compliquemos ahora un poco más el asunto.
Supongamos que tenemos una escala del 1 al 10 de tonos grises, donde el 1 es el blanco y el 10 es el negro.

Cojamos un motivo cualquiera, «un retrato» y veamos en qué consistiría hacer una buena valoración tonal en esta misma escala de grises.

Viendo el motivo, nuestro objetivo para conseguir una correcta valoración tonal consistiría en ir reconociendo en cada zona que grado de gris deberíamos utilizar para representarla individualmente con respecto al conjunto.
El punto más luminoso de la frente, es más oscuro que el brillo de la nariz pero más claro que el tono de lamejilla y éste a su vez es más claro que el de esa zona del mentón...
Este es el concepto y el cómo se consigue la valoración tonal en una obra. Sé que todo esto, al menos, ya lo habías oído o visto en más de una ocasión y que lo entiendes perfectamente, pero entonces... ¿Que pasa que cuando trabajamos con el color (NO EN BLANCO Y NEGRO) nos quedamos bloqueados y no sabemos resolver o conseguir una correcta valoración tonal en nuestras obras? ¿Porqué dibujando lo sabemos hacer y en cambio pintando nos resulta toda una misión casi imposible?.
Yo he llegado a reconocer cuatro posibles causas o problemas:
1.- No hemos tenido prácticamente ninguna experiencia previa con el dibujo artístico.
2.- Confundimos la luz del color con el claro-oscuro.
3.- No iniciamos o terminamos bien nuestras obras.
4.- No prestamos la debida atención.
La valoración tonal y el color. Problemas
1.- No hemos tenido prácticamente ninguna experiencia previa con el dibujo artístico.
Evidentemente, si como conocemos no es fácil conseguir una buena valoración tonal con una escala de grises, imagina lo que puede ser hacerlo con el color. Estarás conmigo en que para conseguir efectos de tridimensionalidad dibujando, antes debemos hacer, o hemos tenido que hacer, innumerables ejercicios de sombreado.
Si lo piensas, la única funcionalidad de esos ejercicios no era aprender cómo representar una esfera o un cubo o ni tan siquiera cómo dibujar aquella estatua que tantas veces tuvimos que repetir. El fin era otro, adiestrar(educar) nuestra visión para valorar (apreciar mejor) las distintas tonalidades de grises y luego representarlas.
El caso es que al estudio suelen venir alumnos con la única intención de aprender a pintar sin experiencia previa alguna con el dibujo artístico. ¡Ojo!, digo con el dibujo artístico, no con el dibujo en general. Es decir, no han practicado antes la valoración tonal. No tienen por tanto educada su visión para distinguir pequeños matices entre dos tonos similares, ni conocida la extraordinaria importancia que tiene para la obtención del «volumen» en los objetos que queramos representar.
La dificultad pues para conseguir una adecuada valoración tonal en sus cuadros para estos alumnos es máxima y compleja de resolver porque por un lado «ellos quieren sólo pintar» y por otro necesitan sí o sí antes de eso, conocer y educar su visión para distinguir esos cambios de tono, que no de color, para que sus obras resulten
creíbles.
2.- Confundimos la luz del color con el claro-oscuro.
Imaginemos ahora el caso de otros alumnos que sí que han practicado con anterioridad a pintar el dibujo artístico, es decir, que ya tienen experiencia con la valoración tonal en la escala de grises. Saben hacerla pero les resulta muy difícil conseguirla con el color. Al margen de los otros problemas que a continuación veremos y que también puede que se unan a éste, he podido observar en algunos alumnos que su problema es que no distinguen, o confunden, visualmente lo que es el «brillo» del color con el claro-oscuro. Lo que en mi teoría del color yo llamo «la luz» del color. Pero lo que puede parecer un problema de visión o de educación visual, es solo un efecto óptico. Mira la siguiente imagen.
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